Una fábula poética en formato acordeón inspirada en uno de los casos de resilvestración más emblemáticos del mundo, el del lobo en el parque de Yellowstone, es lo que nos ofrecen Marc y Nadja en este libro. La resilvestración de los lobos en el parque llevará a la transformación del paisaje. La falta de depredadores ha provocado una naturaleza seca y desierta donde los ciervos se lo comen todo a su paso. Con la llegada de una manada de lobos, el parque recupera la vida: crecen los árboles, regresan los pájaros, se estabilizan los ríos, renace el medio acuático y aparecen pequeños mamíferos, así como osos pescando truchas a la orilla de la cascada. En la imagen final del libro todos viven en armonía.
Agua. Agua en infinidad de lugares y manifestaciones. Aquella que brota en pozos y manantiales o la que en forma de cascadas o en infinidad de arroyos busca presurosa la planicie aluvial. Estas corrientes de vida también se enuncian en la multitud de ciénagas que horadan las sabanas o en la miríada de los ríos, esteros y manglares que unen la tierra con la profunda oscuridad del océano. Desde aquel diario con estos y otros mil rostros que ofrece el universo acuático, las comunidades afrodescendientes del Chocó han creado no solo variadas posibilidades de supervivencia material, sino un conjunto de narraciones orales y de prácticas culturales asociadas (agüeros, rezos, conjuros, mágicos, etc.) que les han permitido convertir a este elemento en una parte sustancial del territorio que habitan en la actualidad. De allí que hayan poblado sus líquidos paisajes, entre otros referentes de la identidad negra, con serpientes colosales, con bellas y, a la par, peligrosas sirenas, con luces mister...
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