Recorrer Colombia es una aventura para todos los sentidos. El país cuenta con maravillosos paisajes repletos de sorpresas donde la naturaleza ha sido espléndida en bosques frondosos, ríos interminables y montañas de nieve perpetua. Sin duda un destino desconocido para descubrir poco a poco una gran variedad de ecosistemas y una riqueza cultural muy sorprendente. Cada región es un mundo en sí, tanto por sus paisajes como por su cultura, habitadas por agentes amables y hospitalarias que guardan con celo las tradiciones. Colombia es el paraíso de los parques naturales, segundo país en el mundo en biodiversidad, pues una de cada diez especies de pisos térmicos donde se pueden encontrar las especies más interesantes de América Latina. Por ellos Colombia es Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
Agua. Agua en infinidad de lugares y manifestaciones. Aquella que brota en pozos y manantiales o la que en forma de cascadas o en infinidad de arroyos busca presurosa la planicie aluvial. Estas corrientes de vida también se enuncian en la multitud de ciénagas que horadan las sabanas o en la miríada de los ríos, esteros y manglares que unen la tierra con la profunda oscuridad del océano. Desde aquel diario con estos y otros mil rostros que ofrece el universo acuático, las comunidades afrodescendientes del Chocó han creado no solo variadas posibilidades de supervivencia material, sino un conjunto de narraciones orales y de prácticas culturales asociadas (agüeros, rezos, conjuros, mágicos, etc.) que les han permitido convertir a este elemento en una parte sustancial del territorio que habitan en la actualidad. De allí que hayan poblado sus líquidos paisajes, entre otros referentes de la identidad negra, con serpientes colosales, con bellas y, a la par, peligrosas sirenas, con luces mister...
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