Nuestra guerra ajena es un profundo y bien fundamentado examen a los lazos que unen a Colombia y a Estados Unidos. A través de decenas de testimonios y documentos, German Castro Caycedo señala de manera clara que el narcotráfico llegó al país hace cuarenta años, auspiciado por el Ejército de EE.UU., como una estrategia muy bien planeada después de la guerra de Vietnam. Muestra cómo la adicción a la marihuana de muchos soldados estadounidenses, que regresaron a su país tras la derrota asiática, obligaron al Ejército a buscar quién abasteciera esa demanda.
Agua. Agua en infinidad de lugares y manifestaciones. Aquella que brota en pozos y manantiales o la que en forma de cascadas o en infinidad de arroyos busca presurosa la planicie aluvial. Estas corrientes de vida también se enuncian en la multitud de ciénagas que horadan las sabanas o en la miríada de los ríos, esteros y manglares que unen la tierra con la profunda oscuridad del océano. Desde aquel diario con estos y otros mil rostros que ofrece el universo acuático, las comunidades afrodescendientes del Chocó han creado no solo variadas posibilidades de supervivencia material, sino un conjunto de narraciones orales y de prácticas culturales asociadas (agüeros, rezos, conjuros, mágicos, etc.) que les han permitido convertir a este elemento en una parte sustancial del territorio que habitan en la actualidad. De allí que hayan poblado sus líquidos paisajes, entre otros referentes de la identidad negra, con serpientes colosales, con bellas y, a la par, peligrosas sirenas, con luces mister...
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